Antes de adoptar el modelo
celular la iglesia Elim realizaba muchas actividades evangelizadoras. Los
jóvenes de la iglesia éramos quienes dedicábamos nuestro tiempo a esos
esfuerzos. Tal era el deseo de alcanzar a los perdidos que evangelizábamos en
los autobuses, en los parques, en los cines, en las campos deportivos, en las
calles, en los mercados, en el aeropuerto y en todo lugar donde hubiese alguna
reunión de personas.
Teníamos una directiva juvenil y,
dentro de ella, era el responsable de suplir con literatura para el
evangelismo. Mi tarea era ponerme en contacto con diversas instituciones que
enviaban pequeños folletos para evangelizar. Tenía todo un sistema de
correspondencia postal por el cual recibía miles de esos folletos todo el
tiempo. Eran los folletos que luego distribuíamos en las actividades juveniles.
Además, se hacía toda especie de anuncio del evangelio. Desde el apoyo a
cruzadas evangelizadoras hasta las iniciativas más exóticas que puedan imaginarse
que incluía el uso de globos, marchas, música, carteles, etc.
No obstante, cuando comenzamos el
trabajo celular descubrimos que podíamos tener un mayor alcance numérico
permanente por medio de las reuniones en casa. Además, existía otra ventaja,
que era que las personas evangelizadas podían recibir un seguimiento mucho más
efectivo después de su conversión. Cosa que difícilmente ocurría en el otro
tipo de actividades. Tan convencidos fuimos de las bondades el modelo celular
que todas esas actividades, que ya eran una tradición de trabajo por años, se
cancelaron para concentrarnos en el trabajo en las casas. Después de 27 años,
esa concentración y especialización en la evangelización en las casas ha dado
como resultado un impacto evangelizador mucho más efectivo que si hubiéramos
seguidos con los apasionantes pero dispersos esfuerzos de nuestras actividades
evangelizadoras. En este trabajo, como en otras muchas cosas, la
especialización es clave para efectividad.
TRADUCCIÓN AL INGLÉS
Specialization in cell
work.
Before adopting the cell model Elim church
performed many evangelistic activities. We as the youth of the church were the
ones who dedicated our time to these efforts. The desire to reach the lost was
such a desire that we evangelized on buses, in parks, in cinemas, on sports
fields, in the streets, in the markets, at the airport and in all places where
there was a gathering of people.
We had a youth board and, in it, I was responsible
for supplying with literature for evangelism. My task was to contact various
institutions that sent small booklets for evangelism. I had a whole system of
postal correspondence through which I received thousands of these flyers all
the time. These were the flyers that we later distributed in the youth
activities. Furthermore, we made any kind of proclamation of the Gospel. From
supporting evangelistic crusades to the most exotic imaginable initiatives that
included the use of balloons, marches, music, posters, etc...
However, when we started the cell work, we
discovered that we could have a more permanent numerical outreach through house
meetings. Moreover, there was another advantage, and that was that evangelized
people could receive a much more effective after conversion follow-up. This is
something that hardly occurred in the other type of activities. We were so
convinced of the benefits of the cell model that all these activities that were
already a working tradition for years, were canceled to concentrate on the work
in the houses. After 27 years, that concentration and specialization in evangelism
in houses has resulted in a much more effective evangelistic impact than if we
had continued the exciting but scattered efforts of our evangelistic
activities. In this work, as in many other things, specialization is the key to
effectiveness.
TRADUCCIÓN AL PORTUGUÉS
Concentrando
em Uma Coisa.
Antes
de adotar o modelo de células, a igreja Elim tinha muitos ministérios
evangelísticos e atividades. Nós, como a juventude da igreja, éramos os que
dedicavam nosso tempo para esse fim. O desejo de alcançar o perdido era tão forte
que nós evangelizávamos nos ônibus, parques, cinemas, centros esportivos, ruas,
mercados, aeroportos e em quaisquer locais onde havia grande concentração de
pessoas.
Nós
organizávamos um “quadro” para a juventude, e eu era o responsável pelo
fornecimento da leitura evangelística. Meu trabalho era contatar várias
instituições a fim de adquirir folhetos evangelísticos. Eu tinha todo um
sistema de correspondência postal através do qual eu recebia milhares desses
panfletos o tempo todo. Nós distribuíamos esses panfletos por toda São Salvador
e pregávamos o evangelho como e da forma que podíamos. Usamos algumas
estratégias inusitadas para aquela época, como bexigas, marchas, músicas,
posteres, etc…
Entretanto,
quando iniciamos o trabalho em células, descobrimos que poderíamos ser ainda
mais consistentes e divulgar mais permanentemente através dos encontros nos
lares. Ademais, havia outra vantagem importante: aqueles que foram salvos
recebiam follow-up natural e efetivo. Isto é algo que não ocorria muito nas estratégias
usadas anteriormente. Na verdade, nos convencemos tão facilmente dos benefícios
nos modelos de célula que todas as atividades anteriores foram canceladas para
nos concentrar apenas no ministérios de células nas casas.
Depois
de 27 anos, esta concentração e especialização de evangelismo nas casas
resultaram em um impacto evangelístico muito mais efetivo do que se tivéssemos
continuado o empolgante mas dispersos esforços das nossas atividades
evangelísticas anteriores. No ministério de células, assim como em todas as
outras áreas da vida, concentração é a chave para a eficácia.
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