jueves, 18 de julio de 2013

LOS DONES Y LAS CÉLULAS.


Pablo instruye en relación al ejercicio del don de hablar en lenguas y profetizar, que debe hacerse en forma ordenada: dos o a lo sumo tres, y por turno. (1 Co. 14:27-29). Este orden representa un reto para una iglesia numerosa como lo es Elim, en donde miles de personas asisten a cada uno de sus servicios.
Los que pueden participar del ejercicio público de tales dones resultan ser solo unos dos o tres de entre varios millares. ¿Cómo pueden entonces los miembros de la iglesia ejercitar los dones que el Señor les ha entregado? La respuesta son las células.
En nuestras millares de células los miembros de la iglesia tienen la oportunidad de ejercer los dones que el Espíritu les ha entregado. El promedio de asistencia a las células de adultos es de entre 9 y 10 personas. Eso vuelve la norma de dos o tres personas a algo verdaderamente práctico y adecuado. Es donde las palabras de Pablo cobran sentido.
Ese ejemplo es referido a dones de carácter sobrenatural, como son el hablar en lenguas y el profetizar. Pero, ese ejemplo ilustra el principio de cómo las células propician el ambiente adecuado para que los cristianos puedan ejercer sus dones y sus habilidades. Consecuentemente, el modelo se aplica a otros dones o a otras habilidades que cada miembro del cuerpo ha recibido. La célula es el lugar para ver los dones en operación, para descubrirlos y para ejercitarlos.


TRADUCCIÓN AL INGLÉS.

The gifts and cells.

Paul instructs in relation to the exercise of the gift of speaking in tongues and prophesying, which must be done in an orderly manner: two or at the most three, each in turn. (1 Cor 14:27-29). This order represents a challenge for a large church such as Elim, where thousands of people attend each of its services.

Those who can participate in the public exercise of such gifts turn out to be only two or three among several thousands. How then can the church members exercise the gifts God has given them? The answer is the cells.

In our thousands of cells the church members have the opportunity to exercise the gifts that the Spirit has given them. The average attendance at adult cells is between 9 and 10 people. That turns the norm of two or at the most three people into something really practical and appropriate. It's where Paul's words find their meaning.

That example is referred to supernatural gifts, such as speaking in tongues and prophesying. But, that example illustrates the principle of how cells foster the right environment for Christians to exercise their gifts and abilities. Consequently, the model is applied to other gifts or other skills that each member of the body has received. The cell is the place to see the gifts operating, to discover and to exercise them.


TRADUCCIÓN AL PORTUGUÉS

Os dons do Espírito e o ministério de células.

Paulo instruiu a igreja de Conrinto que os dons de falar em línguas e a profecia devem ser feitas de maneira ordenada: dois ou no máximo três devem se pronunciar e um de cada vez (1 Co 14.27-29). Essa ordem representa um desafio para uma igreja grande como Elim, onde milhares de pessoas participam de cada um de seus cultos.
Aqueles que podem participar do exercício público de tais dons acabam sendo os excepcionais dois ou três entre vários milhares. Como então os membros da igreja podem exercer os dons que Deus os deu? A resposta está nas células. Em Elim temos milhares de células. É nessas células que os membros têm a oportunidade de exercer os dons dados por Deus. A média de participação em cada célula é de nove a dez pessoas adultas. Quando Paulo fala de dois ou três profetizando um de cada vez, isso se torna bastante prático na célula e suas palavras recebem um novo significado (e acima de tudo, Paulo estava falando a uma igreja nas casas quando escreveu isso!). Apesar de Paulo estar se referindo especificamente aos dons sobrenaturais de línguas e profecia, podemos aplicar perfeitamente o conselho de Paulo aos outros dons, sabendo que a atmosfera do grupo pequeno é o melhor lugar para todos os dons.
Como você está se saindo ao permitir seus membros a descobrir e praticar seus dons no contexto da célula?

jueves, 11 de julio de 2013

EL ESPÍRITU SANTO Y LA PLANTACIÓN DE IGLESIAS.


Es sorprendente la manera cómo Pablo entregaba con rapidez las iglesias que fundaba a novatos del cristianismo. En algunas ciudades, como Tesalónica, su visita fue de solo unas pocas semanas. Pronto él debía marchar a otra ciudad y dejaba a los nuevos creyentes a cargo de la dirección del nuevo grupo de cristianos. Este panorama se agudiza si se tiene en cuenta que el Nuevo Testamento no había sido escrito y que los creyentes gentiles no tenían ningún conocimiento de las escrituras del Antiguo Testamento.
Es verdad que las iglesias eran asistidas por los colaboradores de Pablo y que las cartas del apóstol jugaron un papel muy importante, pero, aún así, las condiciones no son las que hoy solemos usar. ¿Cómo podían sobrevivir las iglesias fundadas bajo esas características? La explicación es la obra del Espíritu Santo. Pablo era capaz de entregar la obra del ministerio a personas que apenas comenzaban su vida cristiana porque confiaba en la poderosa obra del Espíritu Santo que preservaría y guiaría a los creyentes.
La actitud es una expresión de la profunda fe que el apóstol tenía en la persona del Espíritu Santo. Nadie mejor que el Espíritu para cuidar y edificar la iglesia. El resultado de esa confianza permitió una expansión agresiva del evangelio entre paganos que no sabían nada del Dios verdadero.
En ese modelo de Pablo hay elementos que debemos tener en cuenta a la hora de entregar la confianza de ciertas áreas de trabajo en la iglesia. Si los ministros profesionales acaparan todo, el resultado será una reducción en el potencial evangelizador de la iglesia. Pero, confiar que el Espíritu Santo es el Señor de la iglesia puede generarnos la confianza para delegar ciertas tareas a los creyentes que acelere la expansión del evangelio. El modelo celular brinda una excelente oportunidad para poner esto en práctica.


TRADUCCIÓN AL INGLÉS

The Holy Spirit and church planting.
It's amazing the way how Paul handed over so quickly the churches he founded to Christianity rookies. In some cities such as Thessalonica, his visit was only for a few weeks. Soon he had to go to another city and left the new believers in charge of leading the new group of Christians. This scenario is exacerbated if one takes into account that the New Testament had not been written and that Gentile believers had no knowledge of the Old Testament scriptures.
It is true that the churches were assisted by Paul’s collaborators and the letters of the Apostle played a very important role, but even so, the conditions are not what we usually use. How could the churches founded on those characteristics survive? The explanation is the work of the Holy Spirit. Paul was able to hand over the work of the ministry to people who were just beginning their Christian life because he trusted the mighty work of the Holy Spirit would guide and preserve the believers.
The attitude is an expression of the deep faith that the apostle had in the person of the Holy Spirit. There is no one better than the Spirit to take care and edify the church. The result of that trust allowed an aggressive expansion of the gospel among the pagan who knew nothing of the true God.
In Paul’s model, there are elements to keep in mind when handing over the trust of certain work areas in the church. If professional ministers take everything the result will be a reduction in the evangelizing potential of the church. But, trusting that the Holy Spirit is Lord of the church can generate confidence to delegate certain tasks to believers which will accelerate the spread of the gospel. The cell model provides an excellent opportunity to put this into practice.


TRADUCCIÓN AL PORTUGUÉS

O Espírito Santo e a plantação de igrejas.
É surpreendente como Paulo entrega rapidamente as igrejas do Novo Testamento a novatos na fé. Em algumas cidades, como Tessalônica, ele ficou apenas por algumas semanas. Isso quer dizer que ele deixou novos crentes como responsáveis das igrejas nas casas que ele fundou. Isso é ainda mais surpreendente quando constatamos que o Novo Testamento ainda não havia sido escrito e os crestes gentios não conheciam as Escrituras do Antigo Testamento.
Está certo que essas igrejas eram mentoreadas por Paulo e sua equipe e que Paulo escrevia cartas para guia-los em sua jornada. Mesmo assim, as práticas de Paulo nos parecem estranhas hoje em dia, e nos perguntamos como essas igrejas sobreviviam. A resposta é o Espírito Santo. Paulo podia passar o trabalho do ministério para novos crentes porque ele confiava no trabalho poderoso do Espírito Santo para guiar e manter os nos crentes.
A atitude de Paulo é uma expressão da fé profunda no poderoso trabalho interior do Espírito Santo. Não há ninguém melhor do que o Espírito para cuidar da igreja. O resultado dessa confiança foi uma expansão agressiva do evangelho no meio dos pagãos que não conheciam nada da verdade de Deus.
Se tudo na igreja é feito por ministros profissionais, haverá um decrescimento enorme no evangelismo eficaz. Mas, se os ministros de hoje podem confiar na ação do Espírito Santo na vida dos crentes e então delegar tarefas-chave a eles, haverá uma enorme expansão do evangelho. E o modelo de células proporciona uma ótima oportunidade para viver essa confiança na prática.

jueves, 4 de julio de 2013

EL SERMÓN DEL MONTE Y EL CONSUMO.


Durante la revolución industrial el trabajo manual fue reemplazado por la industria en serie y los productos comenzaron a producirse en abundancia y a precio bajo. El comercio se expandió y las personas se vieron rodeadas de más productos de los que antes habían imaginado. Como resultado, se desarrolló una cultura del consumo que produjo los más grandes cambios económicos y culturales de la historia.
En la sociedad industrializada el ser humano pasó de ser productor directo a consumidor de productos terminados y de servicios. Sectores más amplios de la sociedad fueron adoptando una actitud pasiva alejándose de los procesos de producción manual. Así emergió la cultura del consumo en donde el hombre recibe más ofertas de bienes y servicios que los que puede adquirir. La oferta es tan amplia que el consumidor solamente recibe pasivamente las ofertas que el mercado le ofrece.
Las iglesias también siguieron la lógica del mercado y comenzaron a ofrecer servicios religiosos a los consumidores. Al hombre moderno no se le pide más que ser un consumidor pasivo de las comodidades y servicios que las iglesias le ofrecen. Solamente debe sentarse, dar y disfrutar.
Tal efecto cultural cambió por completo el panorama de lo que un cristiano debe ser. Los creyentes se han alejado radicalmente del Sermón del Monte y del seguimiento a Jesús. La fe original significaba la negación y el sacrificio propio por amor al salvador. Ser cristiano era llevar una vida comprometida de servicio apasionado al prójimo. Los cristianos eran activos en la obra del ministerio y en ese esfuerzo empeñaban la vida misma. Hoy en día necesitamos volver a rescatar el valor del servicio de los unos a los otros y el sacerdocio de todos los creyentes. No debemos permitir que la sociedad de consumo deforme nuestra idea de lo que es un cristiano. El trabajo celular es un paso en ese esfuerzo por rescatar la identidad bíblica del creyente.


TRADUCCIÓN AL INGLÉS

The Sermon on the Mount and consumption.
During the industrial revolution manual labor was replaced by the industry and products started to be produced in abundance and at a low price. Trade expanded and people were surrounded by more products than they had ever imagined before. As a result, a consumer culture that produced the greatest economic and cultural changes in history was developed.
In the industrialized society the human being went from direct producer to consumer of finished goods and services. Broader sectors of society adopted a passive attitude moving away from the manual production processes. This is how the consumer culture emerged in which man receives more offers of goods and services than he can acquire. The supply is so wide that the consumer only receives passively the offers that the market proffers.
Churches also followed the logic of the market and began offering religious services to consumers. Modern man is not asked more than being a passive consumer of the amenities and services that churches offer. You only need to sit, give and enjoy.
Such cultural effect completely changed the landscape of what a Christian should be. Believers have moved away radically from the Sermon on the Mount and from following Jesus. The original faith meant denial and self-sacrifice for love of the savior. Being a Christian was about leading a committed life of passionate service to the fellowman. Christians were active in the work of ministry and pawned their own life in that effort. Today we need to rescue once again the value of the service to one another and the priesthood of all believers. We must not allow the consumer society to distort our idea of ​​what a Christian is. The cell work is a step in that effort to rescue the biblical identity of the believer.


TRADUCCIÓN AL PORTUGUÉS

O sermão do monte e o consumismo.

Durante a revolução industrial os bens foram produzidos em abundância e a um preço muito baixo. Afinal, o trabalho manual foi substituído pela automação e pelas máquinas. Negócios expandiram e as pessoas estavam rodeadas por mais produtos do que jamais haviam imaginado. Como resultado se instalou uma cultura de consumo que gerou as maiores mudanças econômicas e culturais que o mundo já conheceu.
Em uma sociedade industrializada, o ser humano passa de produtor direto a consumidor de produtos e serviços. A sociedade fica passiva diante disso e abandona a produção manual. É assim que a cultura consumista emergiu onde pessoas têm mais bens e serviços do que são necessários.  A oferta é tão grande que o consumidor apenas recebe as tantas ofertas que o mercado oferece.
Muitas igrejas seguem essa lógica de mercado, oferecendo serviços religiosos a consumidores. Essas igrejas apenas pedem que as pessoas façam uso das instalações e dos serviços que elas oferecem. Você precisa apenas sentar, desfrutar e contribuir.
Esses fatores culturais fazem com que muitos na igreja se desviem do ensinamento radical de Cristo no Sermão da Montanha. Naqueles primeiros dias após Cristo, crentes viviam uma vida de abnegação e autosacrifício, colocando Jesus em primeiro lugar. Ser um cristão significava levar uma vida comprometida de serviço apaixonado a Deus e a outros. Os cristãos estavam envolvidos ativamente no ministério e davam a própria vida para servir o Salvador. Hoje precisamos voltar mais uma vez para o valor do serviço do uns aos outros e ao sacerdócio de todos os crentes. Não podemos deixar a sociedade consumista distorcer nossa ideia do que é cristianismo. O ministério de células nos ajuda a resgatar a identidade bíblica do crente.