viernes, 26 de marzo de 2021

LA BENDICIÓN DESPUÉS DE LA PRUEBA

Gladys es una supervisora fiel desde hace muchos años en la iglesia Elim. Hace poco se me acercó para comentarme con tristeza que en su sector ha tenido cinco fallecimientos por COVID 19. Se trata de dos anfitriones y tres miembros de las células que eran muy comprometidos con el trabajo celular. Son muchas muertes para un mismo sector. Ella estuvo pendiente del estado de salud de esas personas, las alentó, las visitó aún sabiendo que estaban contagiadas y oró por ellas. Gladys es una cristiana madura y también se muestra muy fuerte ante las condiciones difíciles. Estoy seguro de que ella no se quebrará por la situación, sino que seguirá sirviendo a su Señor como lo ha hecho casi toda su vida.

 

Este tipo de pérdidas no solo han ocurrido en el sector de Gladys sino, en general, en todos los sectores de la iglesia. Por todas partes ha habido enfermos y decesos. Se han tenido pérdidas irreparables de personas que estaban altamente capacitadas para el trabajo celular y con años de experiencia. Esas pérdidas sin duda que impactarán en el avance de la evangelización en los próximos años. Vivimos un momento triste, inesperado e incierto. No se puede tener certeza de cuándo las cosas podrán normalizarse o cómo sucederá. No obstante, sí poseemos la certeza de que el Señor nos ayudará a salir adelante. La pandemia nos ha recordado lo frágiles que somos, pero la fe nos recuerda el poder de la resurrección que llevará su obra a nuevos niveles, con nuevos aprendizajes y enfoques. Su pueblo se fortalecerá por medio de esta prueba y se levantará con nuevos ánimos. El sector de Gladys volverá a florecer, pero también lo harán las iglesias del Señor en el mundo entero. Esto no es el final, vienen días mejores. Solo debemos ser pacientes, perseverar y creer en que veremos la bondad del Señor. 



TRADUCCIÓN AL INGLÉS

 

The blessing after the trial

Gladys is a longtime faithful coach at Elim Church. She recently approached me to comment with sadness that in her sector she has had five deaths from COVID 19. These are two hosts and three cell members who were very committed to cell work. It´s too many deaths for the same sector. She was aware of the state of health of these people, she encouraged them, visited them even knowing they were infected and prayed for them. Gladys is a mature Christian, and she is also extraordinarily strong in the face of difficult conditions. I am sure that she will not be broken by the situation, but that she will continue to serve her Lord as she has done most of her life.

 

These types of losses have not only occurred in Gladys’ sector but, in general, in all sectors of the church. Everywhere there have been sick people and deaths. There have been irreparable losses of people who were highly trained for cell work and with years of experience. Those losses will undoubtedly impact the advancement of evangelization in the coming years. We live in a sad, unexpected, and uncertain moment. You cannot be certain when things will be able to normalize or how it will happen. However, we do have the certainty that the Lord will help us come through. The pandemic has reminded us how fragile we are, but faith reminds us of the power of the resurrection that will take his work to new levels, with new learnings and approaches. His people will be strengthened through this trial and will rise with new courage. Gladys' sector will flourish again, but so will churches of the Lord around the world. This is not the end; better days are coming. We just must be patient, persevere and believe that we will see the goodness of the Lord.



TRADUCCIÓN AL PORTUGUÉS 

 

A bênção após a provação

Gladys é uma supervisora fiel de longa data na Igreja Elim. Recentemente, ela me abordou com a triste notícia de que cinco pessoas morreram de COVID-19 em seu setor. As mortes incluíram dois anfitriões e três membros de células que estavam muito comprometidos com o ministério de células. São mortes demais para o mesmo setor. Ela estava ciente do estado de saúde dessas pessoas; Ela os encorajou, visitou e orou por eles. Gladys é uma cristã madura e também extraordinariamente forte em condições difíceis. Eu tenho certeza de que ela não ficará abalada com a situação, mas continuará a servir ao Senhor como fez durante a maior parte de sua vida.


Esses tipos de perdas não ocorreram apenas no setor de Gladys, mas, em geral, em todos os setores da igreja. Em todos os lugares, houve pessoas doentes e mortes. Houve perdas irreparáveis de pessoas altamente treinadas para o trabalho nas células e com anos de experiência. Essas perdas sem dúvida impactarão o avanço da evangelização nos próximos anos. Vivemos um momento triste, inesperado e incerto. Você não pode ter certeza de quando as coisas poderão se normalizar ou como isso acontecerá.


No entanto, nós temos a certeza de que o Senhor nos ajudará nesses tempos difíceis. A pandemia nos lembrou como somos frágeis, mas a fé nos lembra o poder da ressurreição que levará sua obra a novos níveis, com uma nova compreensão e novas abordagens. Seu povo será fortalecido por esta provação e se levantará para enfrentar o desafio com nova coragem. O setor de Gladys florescerá novamente, mas o mesmo acontecerá com as igrejas do Senhor em todo o mundo. Este não é o fim. Em vez disso, dias melhores estão chegando. Nós devemos apenas ser pacientes, perseverar e acreditar que veremos a bondade do Senhor.

jueves, 18 de marzo de 2021

CULTOS DE ORACIÓN EN COREA

Mi primera visita a la iglesia del Pastor Cho, en Seúl, Corea del Sur, tuvo lugar en octubre de 2003. Fui hospedado en el edificio de Escuela Dominical que se ubica al lado del auditorio principal. Se trata de un edificio de once pisos en el que ciertos niveles han sido reservados para habitaciones en donde hospedan visitantes. Llegué del aeropuerto a la habitación cuando el sol aún no salía. Me llamó la atención que escuché actividad en el auditorio. Caminé al lugar y encontré a miles de personas orando en el santuario. Estaba impresionado no solo por el complejo de edificios de la iglesia sino también por lo ardoroso de la oración. Estuve observando por largo tiempo, salió el sol y la ciudad arrancó sus actividades diarias. 

 

No había nadie que dirigiera las oración. Cada quien oraba de manera espontánea. Después de un par de horas tuve que irme pues tenía una invitación a desayunar y debía volver a mi habitación. Quedé intrigado preguntándome a que hora terminaría aquella oración. Al día siguiente, me despertaron los pasos firmes de varias personas por el pasillo. Me apresuré a salir para saber qué ocurría y me encontré con que todos se dirigían al santuario. Los seguí y volví a encontrarme con miles que ya estaban orando en el lugar. Después, supe que eso ocurría todos los días, incluso los domingos. 

 

Mi siguiente tarea fue descubrir a qué hora comenzaban. Supe que la oración estaba programada para las 5 de la mañana. Llegué unos minutos antes de esa hora y, otra vez, ya había miles orando en el lugar. Pensé que había entendido mal la hora de inicio, así que los siguientes días asistí cada vez más temprano. Pero, nunca pude llegar antes de que miles de personas estuvieran ya en oración apasionada. En visitas posteriores entendería que el sentido de puntualidad del coreano es llegar antes de la hora indicada, y eso puede significar mucho tiempo antes. No pude ver nunca el inicio de la oración y tampoco su final. Fue una lección impresionante de dedicación y  constancia a la oración. Sin duda, una de las claves que han hecho de esa iglesia un modelo para las iglesias celulares del mundo.  

 


TRADUCCIÓN AL INGLÉS 


Prayer services in Korea

My first visit to Pastor Cho's church in Seoul, South Korea, took place in October 2003. I was hosted in the Sunday School building next to the main auditorium. It is an eleven-story building in which certain levels have been reserved for rooms where visitors can be accommodated. I arrived from the airport to the room when the sun had not yet risen. I was struck by the fact that I heard activity in the auditorium. I walked to the site and found thousands of people praying at the sanctuary. I was impressed not only by the complex of church buildings but also by the ardor of the prayer. I was watching for a long time, the sun came out and the city started its daily activities.

 

Interestingly, no one led the prayers. Each one prayed spontaneously. After a couple of hours, I had to leave because I had an invitation to breakfast and had to go back to my room. I was intrigued by wondering what time that prayer would end. The next day, I was awakened by the firm footsteps of several people down the hall. I rushed out to find out what was going on and found everyone heading to the sanctuary. I followed them and again met thousands who were already praying there. Afterwards, I found out that this happened every day, even on Sundays.

 

My next task was to find out what time they started. I learned that the prayer was scheduled for 5 a.m. in the morning. I arrived a few minutes before that time and, again, there were already thousands praying in the place. I thought I had misunderstood the start time, so the following days I attended earlier and earlier. But I could never get there before thousands of people were already in passionate prayer. On subsequent visits, I would understand that the Korean's sense of punctuality is to arrive before the indicated time, and that can mean a long time before. I could never see the beginning of the prayer and never its end. It was an impressive lesson in dedication and perseverance to prayer. Without a doubt, one of the keys that have made this church a model for the cell churches of the world.

 


TRADUCCIÓN AL PORTUGUÉS

 

Cultos de Oração na Coréia

Minha primeira visita à Igreja do Pastor Cho em Seul, na Coréia do Sul, aconteceu em outubro de 2003. Fui recebido no prédio da Escola Dominical, que fica ao lado do auditório principal. É um prédio de onze andares, e alguns andares são reservados para que os visitantes possam ser acomodados. Fui para meu quarto direto do aeroporto e o sol ainda não tinha nascido. Fiquei impressionado com o fato de que eu pude ouvir sons de atividade vindos do auditório. Fui andando até lá e vi milhares de pessoas orando no santuário. Eu fiquei impressionado com o conjunto de prédios, mas sobretudo com o fervor da oração. Fiquei ali observando por um bom tempo. O sol nasceu e a cidade começou com suas atividades.

Achei muito interessante o fato de que ninguém estava conduzindo as orações. Cada pessoa orava espontaneamente. Depois de duas horas eu tive que sair pois precisava cumprir o horário do café da manhã e precisava voltar para o meu quarto. Fiquei realmente intrigado, imaginando a que horas aquela reunião de oração acabaria. No dia seguinte, fui acordado pelos passos das pessoas passando pelo corredor. Saí o mais rapidamente possível para saber o que estava acontecendo e percebi que todos estavam indo para o santuário. Segui as pessoas e novamente encontrei milhares de pessoas que já estavam lá, em oração. Fiquei sabendo mais tarde que isso acontecia diariamente, até mesmo aos domingos.

Tomei como tarefa pessoal descobrir o horário de início daquela reunião. Descobri que o horário marcado era 5 horas da manhã. Na manhã seguinte, cheguei lá alguns minutos antes do horário, e novamente, milhares de pessoas já estavam lá, em oração. Eu julguei ter me confundido com a informação do horário de início da reunião, então decidi chegar mais cedo a cada dia. Entretanto, eu nunca consegui chegar lá antes que milhares de pessoas já estivessem em oração. Algum tempo depois compreendi que o senso de pontualidade da Coréia compreende que o correto é chegar ao local antes do horário indicado, e isso pode ser muito, muito antes. Eu nunca consegui chegar no início daquela reunião, e nunca vi seu final. Foi uma lição impressionante de dedicação e perseverança na oração. Sem dúvida alguma, esta foi uma das chaves que levou aquela igreja a ser um modelo para as Igrejas em Células espalhadas pelo mundo.

viernes, 5 de marzo de 2021

LA IMPORTANCIA DE CONECTARSE CON EL MOVIMIENTO CELULAR

El trabajo con células comenzó en la iglesia Elim de El Salvador en 1986. Todo lo que se sabía del tema eran los pocos elementos que los libros del pastor Cho enseñan. Había más entusiasmo que certeza de cómo hacer las cosas. Pero fue esa pasión desmedida la que permitió que cada miembro pusiera lo mejor de sí mismo. Muy pronto se vieron los primeros resultados y en el camino se fueron ajustando los métodos de acuerdo con las necesidades. Para 1997 la iglesia había alcanzado un estimado de unos 60,000 miembros.

Fue en 1998 cuando conocí a Joel Comiskey en Quito, Ecuador, en la iglesia de La República. Allí él estaba prestando servicio misionero y asesoraba para la transición hacia el sistema celular. Fui invitado para una conferencia sobre células a los miembros de esa congregación. Fue entonces que escuché por primera vez enseñar a Joel sobre temas básicos como el de la importancia de tener una definición correcta de célula. Esas enseñanzas fueron para mí reveladoras y el inicio del descubrimiento del movimiento celular mundial.

 

Más tarde pude conocer a Ralph Neighbourg, William Beckham, Roberto Lay, David Yonggi Cho y otros campeones del movimiento celular moderno. Eso permitió aprender muchísimo de la historia, teología y metodología de las células. Al ver hacia atrás, creo que Elim hubiera podido avanzar más solidamente si desde el principio hubiera estado conectada con lo que ocurría en el resto del cuerpo de Cristo. Pero Dios tiene un tiempo para cada cosa y nuestra experiencia es útil para poder ahora recomendar la importancia de estar conectados a la totalidad de la iglesia del Señor. La iglesia fue diseñada para edificarse los unos a los otros y eso tiene que ver incluso con el intercambio de experiencias y conocimientos entre las iglesias. Permaciendo dentro del movimiento celular se aprovecha la sinergia que el Espíritu Santo imprime al cuerpo de Cristo cada día. Así, se avanza mucho mejor que permaneciendo aislados. 

 


TRADUCCIÓN AL INGLÉS

 

The importance of connecting with the cell movement

Cell work began at Elim Church in El Salvador in 1986. All that was known on the subject were the few elements that Pastor Cho’s books taught. There was more enthusiasm than certainty about how to do things. But it was that excessive passion that allowed each member to put the best of them. Very soon the first results were seen and along the way the methods were adjusted according to the needs. By 1997 the church had reached an estimated 60,000 members.

 

It was in 1998 when I met Joel Comiskey in Quito, Ecuador, at La República church. There he was providing missionary service and counseling for the transition to the cell system. I was invited to give a conference on cells to the members of that congregation. It was then that I first heard Joel teach about basic topics such as the importance of having a correct definition of the cell. Those teachings were revealing to me and the beginning of the discovery of the worldwide cell movement.

 

Later I was able to meet Ralph Neighbourg, William Beckham, Roberto Lay, David Yonggi Cho, and other champions of the modern cell movement. That allowed us to learn a lot about the history, theology and methodology of cells. Looking back, I think Elim could have advanced more solidly if from the beginning it had been connected with what was happening in the rest of the body of Christ. But God has a time for everything and our experience is useful to now recommend the importance of being connected to the whole of the Lord's church. The church was designed to edify each other and that even has to do with the exchange of experiences and knowledge between the churches. Staying within the cell movement takes advantage of the synergy that the Holy Spirit prints to the body of Christ every day. Thus, you progress much better than remaining isolated. 

 


TRADUCCIÓN AL PORTUGUÉS

 

Conectando-se ao Movimento Celular ao redor do Mundo

O trabalho com células começou na Igreja Elim em El Salvador em 1986. Tudo o que se sabia sobre o assunto eram os poucos elementos que os livros do pastor Cho ensinam. Havia mais entusiasmo do que certeza sobre como fazer as coisas. Mas foi essa paixão desenfreada que permitiu a cada membro colocar o melhor de si. Logo os primeiros resultados foram vistos e ao longo do caminho os métodos foram ajustados de acordo com as necessidades. Em 1997, a igreja atingiu cerca de 60.000 membros. 

 

Em 1998, eu me encontrei com Joel Comiskey em Quito, no Equador, na Igreja The Republic. Além de missionário, Joel aconselhava todos que queriam fazer a transição para o sistema celular. Eu fui convidado a ministrar uma conferência sobre células para os membros da Igreja The Republic. Durante aquela conferência eu ouvi pela primeira vez Joel ensinar sobre tópicos básicos das células, como por exemplo a importância de ter a definição correta do que é uma célula. Aqueles ensinos foram reveladores para mim e para o início da descoberta do movimento celular ao redor do mundo.

 

Algum tempo depois eu conheci Ralph Neighbour, William Beckham, Roberto Lay, David Yonggi Cho, e outros campeões do movimento celular moderno. Isso permitiu que aprendêssemos muito sobre a história, teologia e metodologia das células. Olhando para tudo que aconteceu, vejo que a Igreja Elim teria feito uma transição melhor se estivesse conectada desde o início com tudo o que acontecia por todo o Corpo de Cristo. Mas Deus tem um tempo para tudo e nossa experiência finalmente nos ensinou que é melhor estar conectado com o Corpo de Cristo. A Igreja de Cristo foi planejada para edificar uns aos outros e isso significa que precisamos compartilhar experiências e conhecimento. Permanecer dentro do movimento celular em tudo que acontece no mundo tem nos ajudado a manter a sinergia trazida pelo Espírito Santo, ao mesmo tempo em que evitamos o isolacionismo.