El trabajo de evangelización a
través de las células es un esfuerzo por arrebatar a los perdidos de las
tinieblas para llevarlos a la luz de Jesús. Esa es una batalla de carácter
espiritual que no puede ser luchada con fuerzas humanas. Por el contrario, se
trata de una batalla en donde solo la dependencia de Dios puede definir al
ganador. Por ello, la preparación espiritual del líder resulta ser crucial al
desarrollar eficacia en este trabajo.
La preparación espiritual del
líder tiene una dimensión personal y otra congregacional. La iglesia puede
aportar conocimiento, motivación y aliento para que en su individualidad la
persona ejercite la dimensión personal. Por el lado congregacional, la iglesia
puede ir un poco más allá y crear los espacios y condiciones para que el líder
se fortalezca espiritualmente.
Una manera en que creamos esos
espacios en Elim es por medio de la Conferencia Anual para Líderes y
Supervisores. Se trata de toda una semana en que los líderes asisten
diariamente a la iglesia para recibir formación, estímulo y proyección. Esta
conferencia es exclusiva para los líderes y supervisores de célula y es un
privilegio que se les otorga solamente a ellos. Otra manera, es cuando desarrollamos actividades especiales
o tenemos predicadores visitantes. Los invitados con exclusividad para esas
ocasiones son también los líderes y supervisores. Para aquellos miembros que
desean participar de estas actividades siempre se les señala el camino:
volverse líderes de célula.
Otro espacio para la formación
del líder es la que se ofrece por medio del servicio. Todas las personas que
ostentan alguna función o cargo dentro de la iglesia tienen como condición el
mantenerse activos en el trabajo celular. Esto incluye hasta las funciones
menos relevantes que se puedan concebir.
La suma de todo ello, no tiene
como propósito la discriminación de los demás. Sino solamente crear los
espacios que contribuyan a la preparación espiritual de los líderes para que a
la hora de ir a la célula se encuentren en condiciones de ser de bendición para
los necesitados.
Leaders’ spiritual
preparation.
The work of evangelization through the cells is
an effort to snatch the lost from darkness to bring them to the light of Jesus.
That is a spiritual battle that cannot be fought with human strengths. On the
contrary, it is a battle where only the dependence on God can decide the
winner. Therefore, the spiritual preparation of the leader turns out to be
crucial to develop effectiveness in this work.
The leader’s spiritual preparation has a
personal and a congregational dimension. The church can provide knowledge,
motivation and encouragement so that in his individuality the person can exercise
the personal dimension. On the congregational side the church can go a little
further and create the spaces and conditions for the leader to be spiritually
strengthened.
One way we create these spaces in Elim is
through the Annual Conference for Leaders and Supervisors or Coaches. This is a
week in which leaders attend church daily to receive training, encouragement
and projection. This conference is exclusively for cell leaders and supervisors
and it is a privilege granted only to them. Another way is when we develop
special activities or when we have visiting preachers. The exclusive guests for
those occasions are also leaders and supervisors. The way is always pointed to
those members who wish to participate in these activities, and that is: to become
cell leaders.
Another space for leader training is the one offered
through the service. All persons holding any function or position within the
church have as a condition, to maintain active in the cell work. This
includes even the less relevant functions you can imagine.
The sum of all this, does not have as a purpose
the discrimination of the rest. But only to create spaces that contribute to
the spiritual preparation of leaders so that when they go to the cell, they are
in a position to be a blessing to those in needs.
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