Es muy conocida la tradición de
impuntualidad que existe entre muchos latinoamericanos. Cuando los evangélicos
acuerdan una reunión y fijan la hora, siempre hacen una pregunta: ¿Hora
cristiana o salvadoreña? Con ello quieren preguntar si se comenzará con
puntualidad o no. Se da por entendido que la hora salvadoreña es aquella que
comienza 30, 40 o 60 minutos después.
Cuando nació la iglesia Elim lo
hizo con un sentido de responsabilidad y honestidad. Eso se expresaba hasta en
las cosas más sencillas como la puntualidad. El ser puntuales es algo que se
logró luchando contra la tradición cultural. Al iniciar mi ministerio, llegó el
día del primer culto dominical. Habíamos fijado la hora a las 9 AM. A esa hora,
como es tradicional, no había nadie en la iglesia excepto el joven encargado de
las alabanzas y yo. Al llegar las 9 AM le dije al joven que iniciara el
servicio. Él se asustó y me respondió: - Pero si no ha venido nadie-
No importa, le respondí. Comience
ya. Él volvió a preguntarme: - Pero ¿cómo voy a cantar si no hay nadie?-
-Yo voy a cantar con usted- le
respondí. Debo aclarar que la iglesia apenas estaba naciendo. No teníamos
instrumentos musicales ni músicos. Todos los cantos eran a capela. Creo que
aquel joven se sentía ridículo al pasar al frente y saludar a los “hermanos”
cuando realmente solo estaba yo. Y luego comenzar a dirigir los cantos cuando
realmente solo cantaría él y yo. Pero el servicio comenzó puntual. En el
transcurso, pude ver que los hermanos entraban al edificio apresurados a la vez
que apenados por llegar tarde. Eso fue suficiente. Todos entendieron que la
cultura de la iglesia incluía la honestidad con la hora.
Cuando comenzamos el trabajo
celular, no tengo duda que uno de los elementos del éxito fue el comenzar a la
hora establecida ¡Y finalizar a la hora ofrecida! Recuerdo una de las primeras
células donde una señora invitada quedó sorprendida cuando la reunión en una
casa comenzó puntual y finalizó a la hora mencionada. –Si así son las cosas,
continuaré asistiendo- Recuerdo que dijo. Y así fue, ella continuó asistiendo y
ahora ya tiene 25 años de ser fiel a Jesús. La puntualidad debe ser otra
expresión de honestidad en las actividades cristianas.
TRADUCCIÓN AL INGLÉS
The culture of
punctuality.
The unpunctuality tradition that exists among many
Latin Americans is well known. When evangelicals agree to a meeting and set the
time, they always make a question: Christian or Salvadoran Time? With this question they want to ask if
it will start on time or not. It is understood that the Salvadoran time is the
one that starts 30, 40 or 60 minutes later.
When Elim church was born it did so with a sense of
responsibility and honesty. That was expressed even in the simplest things like
punctuality. Being punctual is something that was achieved battling against the
cultural tradition. At the start of my ministry, the day of the first Sunday
service came. We had set the time at 9 AM. At that time, as usual, there was no
one in the church except the young man in charge of the praises and me. When it
was 9 AM I told the young man to start the service. He was shocked and said:
But no one has arrived yet.
It doesn’t matter, I answered. Start now. He asked
again: But how will I sing if
there is no one?
I will sing with you, I replied. I should clarify
that the church was just being born. We didn’t have musical instruments or
musicians. All songs were a cappella. I think the young man felt ridiculous to
come to the front and greet the "brethren" when it was really just
me. And then start to lead the singing when only I and he would sing. But the
service started on time. Along the way, I could see the brethren entering the
building with rush and embarrassment for being late. That was enough. Everyone
understood that the church’s culture included the honesty with time.
When we started the cell work, I have no doubt that
one of the elements of success was starting at the scheduled time and finishing
at the time offered! I remember one of the first cells where a lady that had
been invited was surprised when the meeting in a house started on time and
ended at the mentioned hour. If that's the way it is going to be I will
continue attending - I remember she said. And so, she continued to attend and
now she has been faithful to Jesus for 25 years. Punctuality should be another
expression of honesty in Christian activities.