jueves, 18 de diciembre de 2025

SEGUIR, CRECER, EXTENDER: EL CAMINO DE TODO VERDADERO DISCÍPULO

La mayor dificultad que he identificado en la tarea de hacer discípulos es la falta de claridad acerca de quién es un discípulo. Existen muchas ideas al respecto: que es alguien que ha creído en Jesús, que ha nacido de nuevo, que ha recibido cierto curso en la iglesia, que ha cumplido los requisitos para ser miembro de una congregación, que ha leído un libro sobre el tema o, simplemente, que es un aprendiz. Sin embargo, ninguna de estas descripciones, por sí sola, refleja con plenitud lo que la Biblia enseña acerca de un verdadero discípulo de Jesucristo.

Es importante tener una definición clara porque, sin ella, se complica entender en qué consiste la tarea de hacer discípulos. Existen buenas definiciones, pero una que nos ha ayudado es la siguiente: «Un discípulo es un seguidor comprometido de Jesucristo que está creciendo intencionalmente para ser más como Él, extendiendo su misión».

 

La definición establece que un discípulo es, en primer lugar, un seguidor comprometido de Jesucristo. No es alguien que llega se encuentra en la fe de manera casual, sino alguien que ha desarrollado un verdadero compromiso con Jesús. Ese compromiso coloca a Jesús en el centro de su vida y asume la realidad de que ya no vive para sí, sino para el Señor.

 

En segundo lugar, un discípulo es alguien que está creciendo intencionalmente para ser más como Él. La gran meta del discípulo es parecerse cada día más a Jesús. Se trata de reproducir el carácter moral de Jesús en su propio carácter, en su conducta y en sus hábitos diarios.

En tercer lugar, el discípulo es alguien que extiende la misión de Jesús. El propósito más profundo del discípulo es llevar el mensaje de Jesús a todas las naciones y reproducirse en otros creyentes, ayudándoles también a convertirse en discípulos de Jesús.

 

Esta es una definición de discípulo bastante completa y arroja mucha luz sobre lo que es la Gran Comisión. Comunicar esta definición durante la conferencia celular de 2025 ha sido de gran ayuda para nuestros pastores, líderes y supervisores. Es un elemento clave para el trabajo que aún resta por realizar.

 


TRADUCCIÓN AL INGLÉS

 

Follow, Grow, Extend: The Path of Every True Disciple

The most significant difficulty I have identified in making disciples is the lack of clarity about what a disciple is. There are many ideas about this:

  • that a disciple is someone who has believed in Jesus and is born-again
  • someone who has completed a course in the church
  • met the requirements to become a member of a congregation
  • read a book on discipleship
  • someone who is a learner.

However, none of these descriptions, by themselves, fully reflects what the Bible teaches about a true disciple of Jesus Christ.

When talking about discipleship, it is crucial to have a clear definition, because without one, it becomes harder to understand what the task of making disciples really involves. There are good definitions, but one that has helped us is the following: “A disciple is a committed follower of Jesus Christ who is intentionally growing to become more like Him, extending His mission.”

The definition states that a disciple is, first, a committed follower of Jesus Christ. A disciple is not someone who happens to stumble into the faith, but someone who has developed a genuine commitment to Jesus. That commitment places Jesus at the center of their life and embraces the reality that they no longer live for themselves, but for the Lord.

Second, a disciple is someone who is intentionally growing to be more like Him. The great goal of the disciple is to resemble Jesus increasingly each day. It is about reproducing the moral character of Jesus in their own character, conduct, and daily habits.

Third, a disciple is someone who extends Jesus’ mission. The deepest purpose of the disciple is to take the message of Jesus to all nations and to reproduce themselves in other believers, helping them also to become disciples of Jesus.

This definition helps identify a true disciple and sheds much light on the Great Commission. Communicating this definition during the 2025 cell conference has been a great help to our pastors, leaders, and supervisors. It is a key element for the work that still lies ahead.

 

TRADUCCIÓN AL PORTUGUÉS 

Seguir, Crescer, Expandir: O Caminho de Todo Verdadeiro Discípulo

A maior dificuldade que identifiquei na formação de discípulos é a falta de clareza sobre o que é um discípulo. Existem muitas ideias sobre isso:

  • que um discípulo é alguém que creu em Jesus e nasceu de novo;
  • alguém que concluiu um curso na igreja;
  • que cumpriu os requisitos para se tornar membro de uma congregação;
  • que leu um livro sobre discipulado;
  • alguém que está sempre aprendendo.

No entanto, nenhuma dessas descrições, por si só, reflete completamente o que a Bíblia ensina sobre um verdadeiro discípulo de Jesus Cristo.

Ao falar sobre discipulado, é crucial ter uma definição clara, porque sem ela, fica mais difícil entender o que a tarefa de fazer discípulos realmente envolve. Existem boas definições, mas uma que nos ajudou é a seguinte: “Um discípulo é um seguidor comprometido de Jesus Cristo que está intencionalmente crescendo para se tornar mais semelhante a Ele, expandindo Sua missão.”

A definição afirma que um discípulo é, antes de tudo, um seguidor comprometido de Jesus Cristo. Um discípulo não é alguém que por acaso se converte à fé, mas alguém que desenvolveu um compromisso genuíno com Jesus. Esse compromisso coloca Jesus no centro de sua vida e abraça a realidade de que não vive mais para si mesmo, mas para o Senhor.

Em segundo lugar, um discípulo é alguém que está intencionalmente crescendo para se tornar mais semelhante a Ele. O grande objetivo do discípulo é assemelhar-se cada vez mais a Jesus a cada dia. Trata-se de reproduzir o caráter moral de Jesus em seu próprio caráter, conduta e hábitos diários.


Em terceiro lugar, um discípulo é alguém que expande a missão de Jesus. O propósito mais profundo do discípulo é levar a mensagem de Jesus a todas as nações e reproduzir-se em outros crentes, ajudando-os também a se tornarem discípulos de Jesus.


Essa definição ajuda a identificar um verdadeiro discípulo e lança muita luz sobre a Grande Comissão. Comunicar essa definição durante a conferência de células de 2025 tem sido de grande ajuda para nossos pastores, líderes e supervisores. É um elemento-chave para o trabalho que ainda temos pela frente.

jueves, 11 de diciembre de 2025

DE LA MULTITUD AL DISCIPULADO

Unos meses antes de la pandemia, junto con los pastores de la iglesia identificamos un punto débil: estábamos fallando en la retención de los nuevos conversos. Comprendimos que debíamos intensificar nuestros esfuerzos en la tarea central del Señor: hacer discípulos.

Después de la pandemia, experimentamos una reducción marcada en la asistencia, tanto en las células como en las celebraciones. Aquello fue una confirmación contundente de que nuestro diagnóstico había sido correcto.

Durante el primer año tras el fin de las medidas de confinamiento, nos enfocamos en visitar y animar a las personas que se habían alejado de la iglesia. Los frutos fueron modestos. Al año siguiente, sin descuidar del todo a quienes estábamos intentando restaurar, decidimos cambiar el énfasis y dirigir nuestras fuerzas principalmente al alcance de los que aún no conocían a Cristo. Ese ha sido nuestro enfoque hasta este 2025.

A lo largo de estos años hemos insistido en la importancia del discipulado. No queremos repetir los errores del pasado. Sabemos que los procesos de formación se extienden a lo largo de toda la vida y no pueden forzarse ni acelerarse artificialmente. El ritmo puede parecer más lento, pero es más seguro.

Al presente hemos logrado un promedio de 3,000 nuevos miembros. Esto es solo un 10% de la cantidad que necesitamos recuperar para volver a los niveles de antes de la pandemia. Sin embargo, confiamos en que hoy estamos edificando sobre un fundamento más sólido. Y eso, en esencia, es obedecer la Gran Comisión: ir y hacer discípulos en todas las naciones.

 

 

TRADUCCIÓN AL INGLÉS


From the Crowd to Discipleship

A few months before the pandemic, together with the church pastors, we identified a weak point: we were failing to retain new converts. We realized we needed to intensify our efforts in the Lord’s core mission—making disciples.

After the pandemic, we experienced a marked decline in attendance, both in small groups and in services. This served as strong confirmation that our diagnosis had been correct.

During the first year after the end of lockdown measures, we focused on visiting and encouraging those who had drifted away from the church. The results were modest. The following year, without entirely neglecting those we were trying to restore, we decided to shift our emphasis and direct our efforts primarily toward reaching those who still didn’t know Christ. That has been our focus through to this year, 2025.

Over these years, we’ve continuously stressed the importance of discipleship. We don’t want to repeat the mistakes of the past. We understand that the formation process spans a lifetime and cannot be forced or artificially accelerated. The pace may seem slower, but it is more secure.

At present, we’re averaging 3,000 new members. That’s only 10% of the number we need to recover to return to pre-pandemic levels. However, we trust that today we are building on a firmer foundation. And that, in essence, is obeying the Great Commission: to go and make disciples of all nations.



TRADUCCIÓN AL PORTUGUÉS 


Da multidão para o discipulado

Alguns meses antes da pandemia, em conjunto com os demais pastores da igreja, nós tínhamos identificado uma fraqueza: estávamos falhando em reter os novos convertidos. Percebemos que precisávamos intensificar nossos esforços na missão central do Senhor – fazer discípulos.

Depois da pandemia, experimentamos um forte declínio na frequência, tanto nas células quando nos cultos. O declínio confirmou nosso diagnóstico.

Durante o primeiro ano após o final das medidas de lockdown, nós voltamos o foco para a visitação e o encorajamento daquelas pessoas que tinham se afastado da igreja. Os resultados foram modestos. No ano seguinte, mesmo sem negligenciar completamente aquelas pessoas que estávamos tentando trazer de volta para a igreja, decidimos centrar nossa ênfase e direcionar nossos esforços para alcançar aqueles que ainda não conheciam a Cristo. O evangelismo tem sido o nosso foco desde então.

Ao longo dos anos, temos continuamente enfatizado a importância do discipulado. Não queremos repetir os erros do passado. Nós entendemos que o processo de formação segue por toda a vida e não pode ser forçado ou acelerado artificialmente. O passo pode parecer lento, mas é muito mais seguro.

Atualmente temos uma média de 3.000 novos membros. Isso é somente 10% do número que precisamos recuperar para voltar os níveis anteriores à pandemia. Entretanto, hoje entendemos que estamos construindo sobre um fundamento mais firme. E isso é, na essência, obedecer à Grande Comissão: ir e fazer discípulos de todas as nações.

At present, we’re averaging 3,000 new members. That’s only 10% of the number we need to recover to return to pre-pandemic levels. However, we trust that today we are building on a firmer foundation. And that, in essence, is obeying the Great Commission: to go and make disciples of all nations.

jueves, 4 de diciembre de 2025

LA HONESTIDAD FORTALECE EL DISCIPULADO

El trabajo celular necesita ser revisado constantemente, pues siempre surgen situaciones que deben mejorarse o ajustarse. Hace algunos años, nos reunimos los 72 pastores de la iglesia Elim, en El Salvador, para evaluar el trabajo celular. Habíamos atravesado una etapa de crecimiento lento y deseábamos identificar qué aspectos debíamos mejorar. Después de un extenso y sincero análisis, llegamos a la conclusión de que nuestro eslabón débil era el discipulado. Teníamos muchas conversiones, pero una baja retención de los nuevos creyentes.

Eso ocurrió a mediados de 2019. Unos meses después, inició la pandemia, que redujo la asistencia a la iglesia en aproximadamente un 50%. Era evidente que muchas de las personas que dejaron de asistir lo hicieron porque no tenían raíces de fe profundas. Aquello fue la muestra visible de cuánto necesitábamos fortalecer nuestra labor de hacer discípulos. El retroceso nos ayudó a identificar con claridad nuestros puntos débiles y, en consecuencia, a tomar las medidas necesarias para corregirlos.

Los fallos que se producen en el trabajo celular son oportunidades que se deben aprovechar para mejorar las cosas y seguir adelante. Tratar de seguir adelante, actuando como si nada hubiera pasado, es un autoengaño que debilita aún más lo que se tiene. La honestidad de reconocer que hay cosas que se deben mejorar, nos permite corregir el rumbo y fortalecer los fundamentos del trabajo. Solo así se podrá alcanzar la gran meta de hacer discípulos que, a su vez, generen otros discípulos.

 


TRADUCCIÓN AL INGLÉS

 

Honesty Strengthens Discipleship

Cell group work needs to be constantly reviewed, as situations that require improvement or adjustment always arise. A few years ago, the 72 pastors of Elim Church in El Salvador gathered to evaluate our cell ministry. We had gone through a period of slow growth and wanted to identify the areas that needed improvement. After a thorough and honest analysis, we concluded that our weak link was discipleship. We had many conversions, but low retention of new believers.

That happened around mid-2019. A few months later, the pandemic began, cutting church attendance by approximately 50%. It became clear that many who stopped attending did so because they lacked deep roots in their faith. That was the visible sign of just how much we needed to strengthen our disciple-making efforts. The setback helped us clearly identify our weak points and, consequently, take the necessary steps to address them.

Failures in cell group ministry are opportunities that must be seized to improve and move forward. Trying to carry on as if nothing happened is a form of self-deception that only further weakens what we already have. 

The honesty to acknowledge that there are things that need improvement allows us to correct our course and strengthen the foundations of our work. Only then can we reach the ultimate goal of making disciples who, in turn, make more disciples.


TRADUCCIÓN AL PORTUGUÉS

A Honestidade Fortalece o Discipulado

O trabalho em células precisa ser constantemente revisado, pois sempre surgem situações que exigem melhorias ou ajustes. Há alguns anos, os 72 pastores da Igreja Elim em El Salvador se reuniram para avaliar nosso ministério de células. Tínhamos passado por um período de crescimento lento e queríamos identificar as áreas que precisavam de melhorias. Após uma análise completa e honesta, concluímos que nosso ponto fraco era o discipulado. Tínhamos muitas conversões, mas baixa retenção de novos crentes.

Isso aconteceu por volta de meados de 2019. Alguns meses depois, a pandemia começou, reduzindo a frequência à igreja em aproximadamente 50%. Ficou claro que muitos que pararam de frequentar a igreja o fizeram porque não tinham raízes profundas na fé. Esse foi o sinal visível de quanto precisávamos fortalecer nossos esforços de discipulado. O revés nos ajudou a identificar claramente nossos pontos fracos e, consequentemente, a tomar as medidas necessárias para resolvê-los.


As falhas no ministério de células são oportunidades que a igreja deve aproveitar para melhorar e seguir em frente. Tentar seguir em frente como se nada tivesse acontecido é uma forma de autoengano que só enfraquece ainda mais o que já temos.


A honestidade de reconhecer o que precisa ser melhorado nos permite corrigir o rumo e fortalecer os alicerces do nosso trabalho. Só assim poderemos alcançar o objetivo final de fazer discípulos que, por sua vez, façam mais discípulos.

jueves, 27 de noviembre de 2025

NADIE SE SALVA SOLO

Las reuniones en las casas son atractivas porque en ellas la fe vuelve a tener rostro, calor y nombre propio. En una casa, cada persona es vista y escuchada. No hay multitudes que diluyan la identidad; hay miradas que reconocen y abrazos que sanan. Allí, la fe deja de ser un discurso dominical para hacerse relación viva, cercana, cálida. No es casualidad que Jesús eligiera tantas veces el hogar como escenario de sus encuentros: en la sala, en la cocina o en torno a una comida, el reino se hacía tangible.

Las reuniones domésticas también despiertan los dones del pueblo de Dios. En grupos pequeños, todos pueden orar, preguntar, enseñar y aprender. El evangelio se encarna en la conversación, en la experiencia cotidiana de la familia, el trabajo o la enfermedad. Así, el cristianismo vuelve a ser conversación más que conferencia, vida más que rito.

En un mundo herido por la soledad, la casa vuelve a ser espacio de sanación y pertenencia. Como Agustín lo afirmaba: «No hay salvación fuera de la comunidad, porque nadie se salva solo». No se trata de nostalgia, sino de redescubrir la Iglesia viva, la que nace del encuentro y crece en la mesa compartida. La casa recuerda que el templo verdadero es el cuerpo de Cristo que se reúne, se cuida y se alegra.

 

 

TRADUCCIÓN AL INGLÉS


No One Is Saved Alone

Gatherings in homes are deeply appealing because, in them, faith once again takes on a face, warmth, and a personal name. In a home, each person is seen and heard. There are no crowds that blur identity; instead, there are gazes that recognize and embraces that heal. There, faith ceases to be a Sunday discourse and becomes a living, close, and heartfelt relationship. It is no coincidence that Jesus so often chose the home as the setting for his encounters: in the living room, in the kitchen, or around a meal, the Kingdom became tangible.

Home gatherings also awaken the gifts of God’s people. In small groups, everyone can pray, ask questions, teach, and learn. The Gospel becomes incarnate in conversation, in the everyday experiences of family, work, or illness. Thus, Christianity becomes more of a conversation than a conference—more life than ritual.

In a world wounded by loneliness, the home once again becomes a space for healing and belonging. As Augustine affirmed: “There is no salvation outside the community, for no one is saved alone.” This is not about nostalgia, but about rediscovering the living Church—the one born from encounter and grown around the shared table. The home reminds us that the true temple is the Body of Christ gathered, cared for, and rejoicing together.


TRADUCIÓN AL PORTUGUÉS 

Ninguém é Salvo Sozinho

As reuniões nos lares são profundamente atraentes porque nelas a fé novamente recebe um rosto, o calor e um nome próprio. Nas casas, cada pessoa é vista e ouvida. Não há multidões que facilmente embaçam a identidade pessoal. Ao invés disso, há olhares que reconhecem e abraços amorosos que curam corações partidos.

Nas reuniões nos lares a fé deixa de ser um discurso de domingo e torna-se um relacionamento vivo, próximo e caloroso. Não é por coincidência que Jesus frequentemente escolheu os lares como ambiente para seus encontros. Na sala, na cozinha ou ao redor de uma refeição, o Reino tornava-se tangível.

Este tipo de reuniões também despertou os dons de Deus nas pessoas. Em pequenos grupos, todos podem orar, perguntar, ensinar e aprender. O Evangelho incarna por meio das conversas diárias sobre as experiências da família, de trabalho ou de doenças. Portanto, o cristianismo se torna mais uma conversa do que uma palestra, mais vida do que ritual.

Em um mundo ferido pela solidão, os lares novamente tornaram-se espaços para a cura e para o pertencimento. Assim como definiu Agostinho “não há salvação fora da comunidade, pois ninguém se salva sozinho”. Não estamos falando de nostalgia, mas de um redescobrimento da Igreja Viva, aquela que nasceu de um encontro e cresceu ao redor de uma mesa. Os lares nos relembram que o verdadeiro tempo é o Corpo de Cristo que se reúne, cuida uns dos outros e celebra em unidade.

jueves, 20 de noviembre de 2025

LA FE SE HACE VISIBLE EN LA COMUNIDAD

«Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común» (Hechos 2:44). Con estas palabras, las Escrituras relatan el nacimiento de la iglesia cristiana. Desde sus orígenes, los primeros discípulos comprendieron dos verdades fundamentales: que la comunión con Dios era tan bienaventurada que debía compartirse con los demás, y que no era posible perseverar en esa relación divina de manera solitaria. De esa convicción nació la comunidad, y las casas se convirtieron en el espacio natural para vivirla.

La fe cristiana siempre ha sido profundamente comunitaria. Jesús no llamó a individuos aislados, sino a un grupo de discípulos con quienes compartió su vida cotidiana. Ellos pronto entendieron que debían formar un solo pueblo, reunido en los hogares para orar, compartir el pan, alabar y sostenerse mutuamente.

La comunidad fortaleció su fe personal, los animó y sostuvo en medio de las pruebas. Aprendieron a amarse «los unos a los otros», como Jesús enseñó, y ese amor fraternal se transformó en un testimonio misionero que atrajo a muchos al evangelio. Fue en esa comunión donde discernieron la voluntad de Dios, compartieron sus dones y crecieron espiritualmente. El cristianismo sin comunidad pierde su fuerza. Ser parte de una comunidad de fe no es opcional: es vivir el corazón mismo del evangelio. Y no hay mejor ambiente para ello que las casas.

 

TRADUCCIÓN AL INGLÉS

Faith Becomes Visible in Community

“All the believers were together and had everything in common” (Acts 2:44). With these words, Scripture recounts the birth of the Christian church. From its very beginnings, the first disciples understood two fundamental truths: that communion with God was so blessed that it had to be shared with others, and that it was impossible to persevere in that divine relationship in isolation. From that conviction, community was born, and homes became the natural space in which to live it out.

The Christian faith has always been profoundly communal. Jesus did not call isolated individuals, but rather a group of disciples with whom He shared His daily life. They soon understood that they were to become one people, gathered in homes to pray, share bread, worship, and support one another.

Community strengthened their personal faith, encouraged them, and sustained them amid trials. They learned to love “one another,” as Jesus taught, and that brotherly love became a missionary testimony that drew many to the gospel. It was within that fellowship that they discerned God’s will, shared their gifts, and grew spiritually. Christianity without community loses its strength. Being part of a community of faith is not optional—it is living out the very heart of the gospel. And there is no better setting for this than in our homes.

 

TRADUCCIÓN AL PORTUGUÉS

A Fé se torna Visível na Comunidade

“Todos os que creram estavam juntos e tinham tudo em comum” (Atos 2:44). Com estas palavras as Escrituras nos relatam o nascimento da Igreja Cristã. Desde o começo, os primeiros discípulos entenderam duas verdades fundamentais: A comunhão com Deus era uma bênção tão grande que precisava ser compartilhada com as outras pessoas, e que era impossível perseverar nesta relação divina de maneira isolada. A partir destas convicções, a comunidade nasceu e os lares tornaram-se o espaço natural para vivê-la.

A fé cristã sempre foi profundamente comunal. Jesus não chamou indivíduos isolados. Ao invés disso, Ele chamou um grupo de discípulos com os quais Ele compartilhou sua vida diária. Eles rapidamente entenderam que deveriam tornar-se um povo, reunir-se nas casas para orar, partir o pão, louvar e apoiar uns aos outros.

A comunidade fortaleceu a sua fé pessoal, ela os encorajou e os sustentou em meio às provações. Eles aprenderam a amar “uns aos outros” como Jesus ensinou e este amor fraternal se tornou um testemunho missionário que atraiu muitos ao Evangelho. Foi lá dentro daquela comunhão que eles discerniram a vontade de Deus, compartilharam seus dons e cresceram espiritualmente. O cristianismo perde força sem a comunhão. Fazer parte da comunidade de fé não é opcional: é assim que se vive o próprio coração do Evangelho. Não há melhor lugar para isso do que os nossos lares.

jueves, 13 de noviembre de 2025

LA COMUNIDAD: TESTIMONIO DE VIDA

En el Nuevo Testamento, la fe cristiana nunca aparece como un camino solitario, sino como una experiencia compartida en comunidad. Desde el inicio, Jesús no vivió ni anunció el Reino de Dios en aislamiento. Reunió a un grupo de discípulos, compartió con ellos la mesa, la enseñanza y la misión. Su mandamiento de amarse mutuamente marcó el modelo de la futura Iglesia: una fraternidad basada en el servicio y el amor.

 

Las figuras del pueblo de Dios en el Nuevo Testamento son todas de naturaleza comunitaria: un rebaño formado por muchas ovejas, un cuerpo formado de muchos miembros, un templo formado de muchas piedras. Cada creyente es un miembro único e indispensable, con dones que, al unirse, edifican a todo el cuerpo. 

 

Además, la comunidad es el espacio donde el Espíritu Santo se manifiesta con fuerza. Desde Pentecostés, los dones espirituales son repartidos no para el beneficio personal, sino para la edificación mutua. En la oración común, en la corrección fraterna y en la misión compartida, el Espíritu guía y fortalece a los creyentes. 

 

La comunidad también es testimonio vivo ante el mundo. Jesús dijo que el amor de los unos hacia los otros sería la marca de sus verdaderos discípulos. Compartir bienes, orar juntos y cuidar a los más débiles mostraba un estilo de vida alternativo, signo visible del Reino de Dios. La comunidad en la célula es más que un grupo: es el lugar donde Cristo se hace presente, donde el Espíritu obra y donde el amor se convierte en testimonio.

 

 

TRADUCCIÓN AL INGLÉS


The Community: A Testimony of Life

In the New Testament, the Christian faith never appears as a solitary path, but rather as a shared experience within a community. From the very beginning, Jesus neither lived nor proclaimed the Kingdom of God in isolation. He gathered a group of disciples, shared the table, the teaching, and the mission with them. His commandment to love one another became the model for the future Church: a fellowship founded on service and love.

The images of the people of God in the New Testament are all communal in nature: a flock composed of many sheep, a body made up of many members, and a temple built from many stones. Each believer is a unique and indispensable member, with gifts that, when united, build up the whole body.

Furthermore, the community is the place where the Holy Spirit manifests powerfully. Since Pentecost, spiritual gifts have been given not for personal gain but for mutual edification. In common prayer, in fraternal correction, and in shared mission, the Spirit guides and strengthens believers.

The community is also a living testimony before the world. Jesus said that the love they have for one another would be the mark of his true disciples. Sharing goods, praying together, and caring for the weakest demonstrated an alternative way of life—a visible sign of the Kingdom of God. The community within the cell is more than just a group: it is the place where Christ becomes present, where the Spirit works, and where love itself becomes testimony.

 

TRADUCCIÓN AL PORTUGUÉS

A Comunidade: Um Testemunho de Vida

No Novo Testamento, a fé cristã nunca aparece como um caminho solitário, mas sim como uma experiência compartilhada dentro de uma comunidade. Desde o início, Jesus não viveu nem proclamou o Reino de Deus isoladamente. Ele reuniu um grupo de discípulos, compartilhou a mesa, o ensinamento e a missão com eles. Seu mandamento de amar uns aos outros tornou-se o modelo para a futura Igreja: uma comunhão fundada no serviço e no amor.

As imagens do povo de Deus no Novo Testamento são todas comunitárias por natureza: um rebanho composto por muitas ovelhas, um corpo composto por muitos membros e um templo construído com muitas pedras. Cada crente é um membro único e indispensável, com dons que, quando unidos, edificam todo o corpo.

Além disso, a comunidade é o lugar onde o Espírito Santo se manifesta poderosamente. Desde Pentecostes, os dons espirituais têm sido concedidos não para ganho pessoal, mas para edificação mútua. Na oração em comum, na correção fraterna e na missão compartilhada, o Espírito guia e fortalece os fiéis.

A comunidade também é um testemunho vivo diante do mundo. Jesus disse que o amor que eles têm uns pelos outros seria a marca dos seus verdadeiros discípulos. Compartilhar bens, orar juntos e cuidar dos mais fracos demonstrava um modo de vida alternativo — um sinal visível do Reino de Deus. A comunidade dentro da célula é mais do que apenas um grupo: é o lugar onde Cristo se torna presente, onde o Espírito atua e onde o próprio amor se torna testemunho. 

jueves, 6 de noviembre de 2025

LA PRISA, OBSTÁCULO PARA LA ESCUCHA

En una vida acelerada escuchar se vuelve un lujo escaso. Cuando estamos apurados, nuestro cuerpo entra en modo de alerta. Nuestro instinto provoca una respiración más rápida, el corazón se acelera y la mente busca atajos. En ese estado, por mecanismo de supervivencia, solo captamos fragmentos de lo que el otro dice. Interrumpimos, damos por entendido lo que aún no se explicó y respondemos antes de tiempo.

Quien habla percibe la impaciencia en nuestros gestos. El lenguaje no verbal dice más que mil palabras: «no tengo tiempo para ti». Así, sin darnos cuenta, negamos al otro el regalo de nuestra atención plena. La conversación se vuelve un trámite, no un encuentro.

Escuchar de verdad requiere presencia. Es como saborear un buen plato: si lo comemos corriendo, el alimento entra, pero no nutre. De la misma manera, cuando escuchamos con prisa, las palabras pasan, pero no nos transforman. Cultivar pausas es un acto de amor. Respirar, guardar silencio, dejar el celular a un lado y mirar al otro a los ojos. La escucha auténtica no pide horas, sino disponibilidad interior. En un mundo acelerado, detenerse a escuchar con calma es un acto de compasión y amor.


TRADUCCIÓN AL INGLÉS

 

Haste, an Obstacle to Listening

In a fast-paced life, listening becomes a rare luxury. When we are in a hurry, our bodies shift into a state of alertness. Instinct triggers quicker breathing, the heart races, and the mind looks for shortcuts. In that state, as a survival mechanism, we only grasp fragments of what the other person says. We interrupt, assume what has yet to be explained, and respond prematurely.

The speaker senses our impatience through our gestures. Nonverbal language speaks louder than a thousand words: “I don’t have time for you.” In this way, without realizing it, we deny the other person the gift of our full attention. The conversation devolves into a mere transaction, rather than an encounter.

To truly listen requires presence. It is like savoring a delicate dish: if we eat it in a rush, the food goes in, but it does not nourish. In the same way, when we listen in haste, words pass through us, but they do not transform us. Cultivating pauses is an act of love—breathing, embracing silence, putting the phone aside, and looking the other in the eye. Authentic listening does not demand hours, but rather an inner availability. In a fast-moving world, pausing to listen calmly is an act of compassion and love.


TRADUCCIÓN AL PORTUGUÉS

Pressa: um obstáculo à escuta

Na vida em ritmo acelerado, a escuta se torna um luxo raro. Quando estamos apressados, nossos corpos migram para um estado de alerta. O instinto ativa a respiração acelerada, o coração também acelera, e a mente passa a buscar atalhos. Nesse estado, como resposta ao mecanismo de sobrevivência, captamos apenas fragmentos do que a outra pessoa nos diz. Interrompemos, presumimos o que ainda nem foi explicado e respondemos prematuramente.

A pessoa que nos fala percebe nossa impaciência através de nossos gestos. A linguagem não-verbal fala mais alto do que mil palavras: “não tenho tempo para você”. Desta maneira, mesmo sem perceber, privamos a outra pessoa do presente da nossa atenção plena. A conversa se transforma em uma mera transação, ao invés de um encontro.

A escuta verdadeira requer presença. É como saborear um prato delicado: se comermos de uma vez, a comida entra, mas não nutre. De uma maneira semelhante, quando ouvimos com pressa, as palavras passam por nós, mas não nos transformam. Cultivar as pausas é um ato de amor: respirar, abraçar o silêncio, desligar o telefone e olhar o outro olho no olho. A escuta autêntica não demanda horas, e sim uma disponibilidade interna. Em um mundo que se move rapidamente, parar para escutar calmamente é um ato de compaixão e amor.